lunes, 27 de julio de 2009

REFLEXIONES: LOS CLIVAJES QUE OPERARON EN LA ELECCIÓN DEL 28 DE JUNIO EN LA PROVINCIA DE SANTA FE


Por Lilia Puig de Stubrin
Se presentan a continuación algunas reflexiones que pretenden contribuir a destacar elementos para un análisis más complejo de los resultados de las recientes elecciones nacionales en la provincia de Santa Fe a partir de entender que el comicio fue un recurso utilizado por los miembros de los partidos políticos y por los ciudadanos para dirimir conflictos organizacionales y socio-políticos de actualidad pero también de vieja data. El Partido Justicialista ganó las elecciones del 28 de junio, a través de una de sus listas -Alianza Santa Fe Federal-, que obtuvo una mayor cantidad de votos que la coalición Alianza Frente Progresista Cívico y Social (AFPCyS). En el comicio se disputaron tres cargos para la cámara alta y nueve de diputados nacionales. Resultaron electos como senadores Carlos Reutemann y Roxana Latorre en representación del PJ y Rubén Giustiniani en representación de la coalición mencionada. En carácter de diputados y por la coalición (AFPCyS) los elegidos fueron Jorge Alvarez (UCR), Alicia Ciciliani (PS), Carlos Comi (ARI) y Carlos Favario. (PDP) y por el justicialismo Daniel Germano, Celia Arena, Carlos Carranaza y Juan Carlos Forconi (Alianza Santa Fe Federal) y Agustín Rossi (Alianza Frente para la Victoria). La contienda electoral sirvió para dirimir luchas de poder entre distintas coaliciones del partido justicialista tanto en el orden provincial como en el nacional. El partido justicialista concurrió con etiquetas diferentes ya que los congresales del órgano máximo del partido en la provincia, dominado por la fracción que responde al senador Carlos Reutemann, no aceptaron compartir sus listas con los miembros de la fracción que responde al diputado Agustín Rossi, cabeza del kirchnerismo en el distrito. La libertad de acción fue el modo que los congresales encontraron para evitar la ruptura partidaria y habilitar a los grupos internos a conformar listas por afuera del partido. Concurrieron a los comicios como Alianza Santa Fe Federal y Alianza Frente para la Victoria. Las listas reflejaron, entonces, la lid por la definición del predominio político en el partido local y en el nacional. El nombre de la lista que encabezó el senador surgió del bloque por él constituido luego de su ruptura con el oficialismo en el Senado de la Nación y replicado en la Cámara Baja por los diputados nacionales orientados por Jorge Obeid. Los alineamientos conseguidos por Reutemann de los ex gobernadores Obeid y Reviglio, se demuestran también en las listas de diputados nacionales y en la concurrencia al acto de cierre de campaña. Los resultados electorales validarían, luego, el predominio de esta fracción. Valga recordar que la distribución del poder interno del partido -Consejo y Congreso partidarios- se había realizado a partir de una negociación entre Kirchner y Reutemann, en la que se habían distribuido los cargos de cada órgano de común acuerdo entre partidarios de ambos grupos con predominios alternativos, respectivamente. Los resultados electorales fueron contundentes a favor de la coalición mencionada: los votos obtenidos por el senador Reutemann quintuplicaron a los obtenidos por Leoni, candidato kirchnerista. En diputados, la lista encabezada por Germano de la Alianza Santa Fe Federal obtuvo el 39,87% de los votos mientras que la de Agustín Rossi obtuvo el 9,63%. La elección sirvió también para dirimir el modo en que el partido local se involucraría en la competencia nacional del justicialismo por la sucesión de Néstor Kirchner. Reutemann había declarado que si ganaba por un solo voto se consideraría en condiciones de bregar por la Presidencia de la Nación. Esta competencia se integró a la de los cargos y definió importantes incentivos a la militancia justicialista en la elección. Las listas del Frente Progresista Cívico y Social reflejan la permanencia de los partidos desvinculados al peronismo en la coalición (PS, UCR, ARI, PDP, SI) y la salida del Frente Grande que se sumó, en esta oportunidad, a la Alianza Frente para la Victoria. La confección de la lista de diputados nacionales registró la integración política de la coalición sin considerar aspectos territoriales ya que todos los candidatos eran del sur provincial, tres de ellos de la ciudad de Rosario al igual que el primer candidato a senador. En este sentido, cabe señalar que en la provincia de Santa Fe las identidades políticas se han conformado históricamente a través de clivajes (1) que aún continúan. Entre ellos cabe destacar la tradición municipalista y descentralizadora que iniciara la Liga del Sur a principios del siglo XX. Valga como referencia lo sostenido por Lisandro de la Torre al respecto: “...La Liga del Sur no es la Liga del Sur contra el Norte. La Liga del Sur es la concentración de voluntades de los habitantes del Sur en defensa de la autonomía municipal y contra el localismo absorbente de la ciudad capital...” (2) Esa tradición municipalista se trasladó tanto al Partido Demócrata Progresista como al Partido Socialista santafesino de origen urbano y rosarino. El conflicto regional norte-sur, se acentuó en el tiempo con las asimetrías del desarrollo industrial de la provincia que en los años 60 fortalecieron tanto al sur provincial como a la zona de Reconquista en el. Departamento General Obligado. Ello ha sido registrado por sociólogos, geógrafos e historiadores y constituye un clivaje que condiciona en forma ineludible a los programas y las candidaturas de los partidos políticos y también la acción de gobierno. El reconocimiento político de esta línea divisoria de identidades políticas fue temprano. Las fórmulas a gobernador han tratado de respetarlo desde principios del siglo XX. Así, Menchaca-Caballero (1912), Lehmann-Cepeda (1916), Aldao-Cepeda (1924) son buenos ejemplos de la búsqueda del equilibrio entre el norte y el sur, respectivamente. Los resultados electorales parecen mostrar claramente la persistencia del clivaje ya que los departamentos donde la Alianza Progresista Cívico y Social obtuvo las mayores diferencias fueron los departamentos de Rosario, San Lorenzo y General Obligado, lugares donde se asentaron los desarrollos industriales más importantes de la provincia y donde se expresa el conflicto más fuerte con la ciudad capital entendida como la representación provincial frente a las representaciones municipales y como la acaparadora de la renta provincial a través de la incidencia de la burocracia estatal en el presupuesto provincial en desmedro de municipios y comunas.. El comicio estuvo signado también por el llamado conflicto con el campo. En otras jurisdicciones los partidos políticos opositores al gobierno nacional en este tema buscaron incluir en sus listas a representantes de las organizaciones corporativas del campo. En Santa Fe el peronismo antikirchnerista tuvo como representante del campo al propio Reutemann que, en su carácter de productor agropecuario mediano, convocaba, más allá de su identidad política, el voto corporativo. La coalición gobernante creyó que la actuación a favor de los intereses rurales por parte del gobernador Binner iba a ser suficiente para reemplazar una representación directa de esos intereses en las listas. Los datos electorales muestran que ello no fue así. Las mayores diferencias obtenidas por el partido justicialista, cuya implantación en todo el territorio provincial es similar a la del radicalismo, se observan en los departamentos de mayor peso de las producciones agroindustriales y ganaderas (9 de julio, Garay, Belgrano, Las Colonias, Vera, San Martín, Castellanos, Iriondo). Estas diferencias se suman a las obtenidas en la ciudad de Santa Fe donde operó el clivaje norte-sur. Además de lo señalado es interesante mencionar que en la elección de senadores compitieron las mismas cabezas de lista que en el año 2003. Carlos Reutemann y Rubén Giustiniani fueron, respectivamente, los candidatos del partido justicialista y de la alianza constituida por los partidos socialista, radical y demócrata progresista que se presentó en el 2003 y que, por problemas de justicia electoral, lo hizo bajo el rótulo del partido socialista. En aquella ocasión, en una elección simultánea para cargos nacionales y provinciales en la que también compitió el gobernador Obeid, Reutemann obtuvo el 56,88% de los votos (774.997) y Giustiniani el 29,25% (398.466). Los resultados de la elección del 2009 nos muestran guarismos que indican un nivel de competitividad entre los dos candidatos muy superior a la de aquella. En el 2009 Reutemann obtuvo 724.040 sufragios (50.000 menos) mientras que Giustiniani logró 693.714 votos (300.000 más). Un poco más de 30.000 votos le permitieron a Reutemann ganar la elección. La ventaja en la elección de diputados nacionales fue aún más estrecha. La lista de Alianza Santa Fe Federal sumó 673.361 votos mientras que la del Frente Progresista Cívico y Social sumó 672.297, apenas 1064 votos de diferencia. La elección ha arrojado datos que demuestran, una vez más el carácter competitivo de la coalición gobernante y el mantenimiento de peso electoral del justicialismo.
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(1) El término clivaje es usado en el sentido de la sociología electoral y remite a lo sostenido por Lipset y Rokkam respecto de la existencia de agrupaciones de líneas de conflicto congeladas en la sociedad y que definen alineamientos electorales que dan lugar a agrupaciones políticas. Estas líneas de divisiòn responden a las conflictos que se dirimieron en los procesos de construcciòn del estado nacional y de la sociedad industrial. Se reconocen la cultura nacional versus las culturas locales de diverso origen (étnico, religioso, lingüístico) , el estado frente a la Iglesia, la economía primaria frente a la secundaria y patrones y terratenientes contra obreros, arrendatarios y jornaleros. Sobre el tema se recomienda Paramio, L, Clase y voto: intereses, identidades y preferencias, CSIC, Doc. De Trabajo 98-12.
(2) ( Molinas R. F. Y Barberis S., El Partido Demócrata Progresista, CEAL,Bs.As.,1983.)

3 comentarios:

  1. Me pareció muy interesante el artículo. En particular, creo muy acertada la introducción en el análisis electoral de una herramienta conceptual como son los clivajes, expresado en nuestra pcia. a través del binomio norte-sur. Muy buen trabajo!

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  2. El resultado del Depto.Gral Obligado es bastante extraño, no creo que se deba a un enfrentamiento con la capital por cuestiones de desarrollo económico. Reconquista y Avellaneda tienen un polo industrial, pero no muy distinto al de Las Parejas o Firmat. La balanza de la elección la desequilibró el Radicalismo arraigado, ninguno de los candidatos pensó alguna vez ser socialista! Y el justicialismo perdió imágen con figuras que se fueron devaluando. Otra observación: ninguna de las primeras 3 listas llevaban candidatos norteños en lugares expectantes.
    El norte siempre fue olvidado y más ahora con gobernantes y gabinetes provenientes del Sur.
    Para darnos una idea, 323 kms hay entre Reconquista y nuestra Capital, y 220 nos separan de la capital chaqueña.
    Es bueno saber que han estudiado nuestro comportamiento político. Yo ya me radiqué en Rosario, pero sigo interesándome por algún día encontrar un norte pujante, ya que allí está mi terruño.
    Un abrazo, buen trabajo.

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  3. Interesante artículo, también estimo que la categoría de clivaje se presta para el análisis de esta problemática, aunque en el caso de Giustiniani (pese a la buena cantidad de votos obtenidos) creo que puede haber influido una razón menos teórica, como la de ser una figura menos conocida.

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